REINVENTANDO A MARIEL

20 de abril de 2012

Hoy me levanté positiva. Solcito, todavía está templado, ni sombras del maldito invierno que vendrá indefectiblemente y es viernes. Los viernes tiene ese qué se yo, viste?

Los chicos demoran más en levantarse porque están cansados del trajín semanal. No importa. Es viernes. No sé por qué extraña coincidencia, ambos tienen natación los viernes y llevan dos mochilas cada uno que me hacen cargar a mí porque pesan. No importa. Es viernes.

Lo mejor es que hoy hago teletrabajo. Con calzas y en patas todo el día. Placer mayor. Vuelvo del colegio, preparo el mate, levanto las ventanas, miro mis plantas y prendo la compu. Me conecto a la VPN. No me conecto. No anda. Eso significa en castellano puro que debo IR A LA OFICINA. No calzas. No en patas. No mate. Es viernes. Ommmmm…

En prolijo “casual day” me voy a tomar el tren. No hay trenes. Bien. Bondi. Es viernes… pero no abusen. Llego a la oficina y aviso. Aviso que no abusen, obvio.

Siendo las once de la mañana, cuando todo atisbo de positivismo se estaba diluyendo llama mi mamá. No sé si les dije, pero mi vieja es una caja de sorpresas. Uno siempre la atiende como dudando. Mirá si levanto el tubo y la sorpresa no era para mí y la ligo de rebote? Entonces en un Legrandesco gesto me pregunto: atiendo o no atiendo? Y atendí.

- Hola, hija? Estás ocupada? (mi mamá siempre pregunta si estoy ocupada, pero es una mera fórmula de cortesía, no le hace el más mínimo efecto la respuesta, así que con el correr de los años entendí que tengo que decirle que no, que no estoy ocupada y mucho menos para ella. Diciendo eso me siento escuchada).
- No, má… y mucho menos para vos
- Ah… bueno… porque mirá… yo mañana no tengo mucho para hacer y bla…. bla… bla… (cuenten 10 o 15 mil blas) y entonces pensé que podía ir a buscar a los nenes al cole, me los traigo, se quedan a dormir y ustedes se vienen mañana a tomar unos mates y bla… bla… bla… (cuenten unos 400 blas).
- Sí, má… claro. Se van a poner recontentos y no teníamos programa para hoy. (Importantísimo aclararle a mamá que no teníamos programa para HOY, así mañana, si surge algo o los mates están fríos o resulta que el marido se aburrió y se quiere ir antes de llegar, podemos zafar).

Como es viernes y todo el mundo sale o quiere llegar antes a casa el regreso es caótico. Y eso que dije que no abusen. En el viaje, le mando un sms a mi marido: “Mami se llevó a los nenes. Estoy llegando. Hay rock&roll?”

Jamás me contestó. No sé si les dije, pero mi marido, que no se lava las manos para no mojar el celular, tiene un filtro especial para que no le entren nunca mis mensajes. Llego a casa antes que él y preparo el mate que no tomé a la mañana. Cuando llega, entra corriendo.

- Hola… menos mal que te acordaste vos…
- Yo? Me acordé de…
- De la reunión de consorcio
- Hoy hay reunión de consorcio??!!!
- Claro… Me acordé cuando leí tu mensaje que me decías no sé qué del rock&roll. Se va a armar una…
- Ah! Lo recibiste!!! Y bue… Cierto que a vos la música no te gusta, cómo se me ocurre que lo vas a decodificar.
- Qué decís?
- No, nada… dejá… pensaba en vos alta.

Reunión de consorcio. Composición tema: José, el encargado, hace “trabajitos” personales en los departamentos en horario de trabajo y la mujer de José plancha para afuera y la luz que consume con la plancha la pagamos todos y sacaron los subsidios.

La reunión de consorcio es siempre igual. Vamos nosotros, la del 4º B sin el marido, el del 5º A sólo porque vive solo, y la administradora. Eso es fijo. Si se tratan temas de expensas extraordinarias se suman tres más que no viven acá, alquilan y las extraordinarias las pagan ellos. Y si hay que pegarle al encargado viene la del sexto.

La del sexto, está separada con cama adentro. El marido se niega a irse de la casa y ella se niega a hacerle un juicio porque “no piensa gastar un centavo en el imbécil ese que encima tiene el descaro de ser el padre de mis hijos”, tal como dijo en la reunión en la que la conocí. Los hijos, varones, de 11 y 7 años, suelen pasar las manos por los espejos y pegar los chicles en cualquier lugar de la entrada por recomendación de su madre. Así luego ella puede criticar al encargado porque no limpia. El 6º A es dúplex con el 7º A y lo que sería el 7º B es el departamento de José. En todas las reuniones a las que viene, se queja de que ella paga el doble de expensas que el resto y no tiene ningún beneficio por eso. Cuando alguien osó decirle que el “beneficio” era vivir en un departamento el doble de grande que el resto, contestó con “vos porque no sabés lo poco decoroso que es dormir frente al encargado… deberían pagarme por eso”.

La del sexto tiene el lavarropas en el balcón. Los balcones no tienen rejilla. Entonces, como no piensa gastar un peso más en este departamento de mierda que no lo puede vender porque el marido es un hijo de puta que no firma ni se va, pone la manguera para afuera y descarga el agua sucia y jabonosa sobre las plantas de los cinco balcones que tiene por debajo. Entre ellos, el nuestro. Podría seguir hablando de ella, pero me parece que ya tienen una idea, no?

Las reuniones de consorcio siempre se hacen en el hall de entrada que es vidriado a la calle, es bueno brindar un espectáculo al vecindario de vez en cuando. Hoy bajamos a la reunión nosotros, la del 4º B sin el marido, el del 5º A sólo porque vive solo, y la administradora. Esperamos media hora a la del sexto que sorpresivamente no vino y empezamos. Rápidamente tratamos el tema mientras varios vecinos llegaban y saludaban de paso al ascensor como si fueran extras de una película en lugar de vivir acá. Resolvimos que a José se le va a pagar la factura de Edenor sólo por el consumo promedio y que él debía abonar el excedente y que se le aplicarían las sanciones correspondientes según contrato colectivo de trabajo por no cumplir su horario. Sumamente expeditivo y sin rock&roll. Firmábamos el acta mientras yo soñaba con mi concierto privado tres pisos más arriba, cuando llega la del sexto con los retoños y cuatro bolsas de supermercado en cada mano.

- Qué pasa acá?
- Hola, cómo estás? –le digo, más falsa que zapatilla Nike de la salada.
- Pregunté qué pasa acá?
- Cagamos –la del 4º B, más auténtica que una suegra.
- Es la reunión por el tema del encargado –la administradora, más ingenua que Mary Ingalls.
- Y por qué no me avisaron?
- Se le avisó a todo el edificio en el detalle de expensas –la administradora
- Ah!!! Yo no lo ví.
- Cómo lo vas a ver si no las pagás… –se despertó la loca.
- Me estás hablando a mí? –apoyó las ocho bolsas en el piso, puso los brazos en jarra y me fusiló con la mirada.
- Eh… querés firmar el acta vos también? –mi marido, que no sé si les dije pero odia discutir con cualquiera que no sea yo.

Mientras la del sexto lee el acta, sus hijos arrastran las compras por el piso y las golpean contra los zócalos. Los miro y deseo que no haya huevos. O que se esfumen. Lo que ocurra primero o hasta agotar stock. Se pegan con las bolsas hasta que se rompe un pote de yogur. Muertos de risa mojan los dedos en el yogur y dibujan en el piso de madera que José enceró. El del 5º A está a punto de ir a comérselos, pero la del sexto le gana de mano. En hablar le gana de mano, no en decirle algo a los hijos.

- Yo esto no lo firmo. Lo que hace falta es despedirlo con causa justa y ponerlo a él y toda su prole de patitas en la calle –mientras sus hijos siguen gritando corriendo y patinando sobre yogur.
- Eeeeeehhhh… mirá… En primer lugar, me parece que es una situación que podemos solucionar, le hacemos una advertencia, si querés, pero no creo que… -la administradora.
- Vos no tenés que creer nada. Tenés que hacer lo que yo te digo, para eso te pago…

La loca.

- Ah… nooooo…. Así que vos pagás? Vos sos una reverenda hija de puta. No tenés filtro. No te importa nada. Sos una egoísta, una vecina de mierda, te creés más que todos nosotros!!! Quién sos vos para tomar decisiones acá? Por qué no te mirás un poco el ombligo, yegua. Todas tus frustraciones las descargás con los demás, con los más débiles, tísica en lavandina? Te vamos a confiscar tu colección completa de jeans y vamos a limpiar con ellos el enchastre que hacen estos mocosos y las cenizas que deja el maricón de tu ex en las escaleras. Por qué no te fijás un poco a tu alrededor y te ocupás de lo que tenés adentro, reventada?

Y ahí me doy cuenta de que los pequeños demonios están parados entre nosotros, con los pantalones azules llenos de yogur de frutillas y con la boca abierta observando a la madre. Tragué saliva, los miré casi como pidiendo perdón, les acaricié la cabeza a ambos y dije fuerte y claro:

- Bueno, me voy con el rock&roll a otra parte, total esta “reventada” de Mariel no va a cambiar nunca. Hagan lo que quieran con el acta.
- Mami… pensamos que te hablaba a vos… quién es Mariel? –alcancé a escuchar mientras subía la escalera.

La del sexto se llama Viviana, pero yo la llamo Mariel. No se parece en nada a Mariel, salvo en las ganas que yo tengo de cortarle la cuerda del ascensor. (click aquí para acceder a la letra de la canción)


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Copyright © 2012 Adriana Fernandez